Un cliente trajo a reparar un portátil ultrabook Asus Zenbook, al que se le había derramado agua por accidente. El equipo no arrancaba. Nos trajo un equipo igual para que le colocaramos el disco duro en él, y poder así seguir trabajando con sus archivos. Al ser un disco duro de estado sólido no SATA, no había manera de poder extraer los datos del disco conectándolo a caja externa, por lo que la única solución viable era la comentada.
El técnico abrió el portátil, y se encontró con la cal en la placa, e incluso había caido en el disco. Colocó el disco en el segundo equipo, y no funcionaba tampoco. Optó por hacer una limpieza de la placa base y del disco en una cubeta con alcohol isopropílico, y después limpiar bien las piezas con un cepillo destinado a tal efecto. Para asegurarnos de que quedaba bien limpio el circuito de ambas piezas, se pasó por una cubeta de ultrasonidos, también con alcohol puro. La cubeta de ultrasonidos vibra a diferentes frecuencias, con lo que todo resto de cal queda eliminado, desprendido de la placa, y librando al circuito de cualquier corto.
El resultado al volver a montar el equipo fue que funcionaba correctamente excepto el teclado, que se tuvo que limpiar también a posteriori, pero en este caso sin éxito. Al cliente ya se le ha presupuestado el cambio de teclado, pero eso ya es un mal menor, pues mientras podrá usar su equipo con normalidad escribiendo mediante un teclado externo conectado por usb.
El técnico abrió el portátil, y se encontró con la cal en la placa, e incluso había caido en el disco. Colocó el disco en el segundo equipo, y no funcionaba tampoco. Optó por hacer una limpieza de la placa base y del disco en una cubeta con alcohol isopropílico, y después limpiar bien las piezas con un cepillo destinado a tal efecto. Para asegurarnos de que quedaba bien limpio el circuito de ambas piezas, se pasó por una cubeta de ultrasonidos, también con alcohol puro. La cubeta de ultrasonidos vibra a diferentes frecuencias, con lo que todo resto de cal queda eliminado, desprendido de la placa, y librando al circuito de cualquier corto.
El resultado al volver a montar el equipo fue que funcionaba correctamente excepto el teclado, que se tuvo que limpiar también a posteriori, pero en este caso sin éxito. Al cliente ya se le ha presupuestado el cambio de teclado, pero eso ya es un mal menor, pues mientras podrá usar su equipo con normalidad escribiendo mediante un teclado externo conectado por usb.
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